viernes, 19 de julio de 2013

La Joven de la Perla, copia




La Joven de la Perla es un cuadro del pintor holandés Johannes Vermeer, considerado uno de los mejores pintores barrocos de Holanda y de la historia de la pintura. El copiar este cuadro es debido a que no es un cuadro de unas dimensiones exageradas, pero sí de una calidad extrema. En dicho cuadro, el que le vea se dará cuenta que la Perla está exagerada de tamaño, y esto es así no por que se me haya ido la percepción del objeto, sino por la atracción hipnotizadora que siento hacia él, con ese brillo, ese punto de luz que atrae la mirada inconscientemente del que le observa. Dicho objeto es el que da el nombre al cuadro, y que yo, como supongo mucha gente le denomina, le llamo La Gioconda holandesa, un cuadro sencillo pero lleno de fuerza, y que se podría haber titulado perfectamente "El brillo".
Como toda copia ha de ceñirse al original en los grandes rasgos, pero yo he decidido sacrificar un poco el parecido del modelo y hacer la copia un poco más "seria", menos barroca, vamos, más libre. La manera de hacerlo ha sido pintando las cejas menos curvas para darle un semblante al rostro más serio, las mejillas menos acentuadas para suavizar la sonrisa del original y los ojos algo más pequeños, más cerrados que los que pintó Vermeer. Los suyos son más vivarachos, alegres y dan un aire más juvenil a la modelo. Por el contrario, al haber modificado dicha parte, he conseguido que el personaje parezca algo más mayor en edad que el original. Esto no es un intento de superar el original, imposible de hacerlo, sino un intento de buscar algo diferente y demostrar que en la pintura con una simple pincelada ligeramente diferente se puede modificar un resultado.
Me preguntan como puede ser que el personaje del cuadro te muevas para donde te muevas te siga con la mirada. No tiene ningún misterio, es colocar los ojos en una determinada posición lógica para crear el efecto de la mirada. Para hacerlo, recomiendo dibujar unos ojos, y según la posición de la cabeza, desde la parte exterior del ojo o la interior, ir haciendo un círculo cada vez más grande hasta que el efecto de la mirada se consiga. ¡Fácil!
Todo aquel que se ponga delante de un cuadro con estas características, creeran que les mira a ellos solamente, y el efecto es como si 10 personas mirasen a una estaca, que todos miran lo mismo pero individualmente. Pues eso igual pero a la inversa debido al efecto. Ahí te das cuenta qué es un cuadro, ya que una persona viva cuando mira a otra, la que tiene a su lado ve que sólo mira a esa, no al resto como haría una pintura. Eso es la grandeza de la pintura.

Por si a alguien le gusta la música, les dejo los temas del video:

Inventio 13, A menor, BWV 784 y Concierto para Oboe en D menor (Juan Sebastián Bach)

Concierto para 2 oboes, cuerdas y bajo contínuo en A menor RV536 (Antonio Vivaldi)

Intermezzo; de Caballería rusticana (Pietro Mascagni)

Los Manolos, de la Música nocturna de Madrid (Luigi Boccherini)

Concierto para oboe (Benedetto Marcello)

Concierto Nº 5 en A mayor Andante (Tomasso Albinoni)

2 comentarios:

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